“Una última observación sobre la atmósfera que trascienden estos paisajes. La curiosa y entramada intersección entre una vitalidad plena , desbordante , la presencia de una alegría y una recurrencia constante a las tersuras de la luz, con un dejo de rara melancolía. Una melancolía que, seguramente , no surge del desencanto frente a las dificultades para fecundar la alegría sino de esa sedosa tibieza que deja la certeza de su finitud. “
Alfredo Torres.